A pesar de la carencia de agua potable, energía eléctrica y alcantarillado, la muerte a domicilio continuará siendo el único “servicio público” para los habitantes que viven en las zonas de riesgo, pues el número de viviendas se ha incrementado en un 70 por ciento.

El director de Prevención de la Comisión Permanente de Contingencias (COPECO), Gonzalo Fúnez, explicó que “lamentablemente las casas en estas zonas han aumentado aproximadamente en un 70 por ciento; estas viviendas carecen de servicios básicos y muchos de los problemas de deslizamientos se deben a que carecen de un adecuado sistema de canalización de aguas, entonces se sobresatura la tierra y cuando llueve el terreno tiende a caer”.
El número de viviendas sin acceso a saneamiento básico aumenta cada año y más de mil apenas dotadas de letrinas y sanitarios que arrojan heces fecales en los ríos de la ciudad, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
“Construyen sus casas al nivel del corte que hicieron en el cerro y sin estructura de hierro, por eso hay deslizamientos, se les inundan las casas y luego mueren soterrados”, agregó Fúnez.
Fuente: La Tribuna, 12 Septiembre de 2010