Un importante número de edificios en Estados Unidos aspiran a ser autosuficientes en la generación de energía y agua potable. Este el caso del nuevo edificio de ciencias de la escuela Bertschi en las afueras de Seattle. La escuela quiere desconectarse de la red de agua y alcantarillado municipal para recolectar, reciclar y reutilizar agua potable y residual en sus propias instalaciones, un concepto llamado con frecuencia «cero agua».El ejército estadounidense aspira a que varias de sus instalaciones lleguen a cero consumo de agua y energía, y cero generación de desechos. Para ello designó las bases de Fort Riley, en Kansas, Camp Rilea en Oregon y la Base Conjunta de Lewis-McChord, en Washington, entre otras, para que alcancen esa meta.
En abril de 2011, la Universidad de Miami inició la construcción de un espacio que reciclará toda el agua procedente de las duchas, retretes, y lavandería para todos los usos, salvo para beber y cocinar. Con una subvención de USD 2 millones (EUR 1.3 millones) de la Fundación Nacional de Ciencias, los investigadores desarrollan un sistema que transforma el agua residual en agua potable al mismo tiempo que depura productos farmacéuticos y otros contaminantes.
Los partidarios de esta tendencia sostienen que el proyecto escolar de Seattle y otros parecidos son muestra de que el agua es un recurso precioso. Tratar las aguas residuales en el lugar donde se generan y aprovechar las lluvias representa un ahorro en espacios físicos, infraestructura, energía y productos químicos necesarios para suministrarla por medio de los grifos y tratarla posteriormente cuando es drenada de los baños.
Fuente: Univision.com, 24 de abril de 2011.