Encontrar un lugar para ubicar la nueva planta de tratamiento de aguas residuales es una necesidad apremiante para las autoridades de la Gobernación del departamento de Tarija.
El casi inminente colapso en las lagunas de oxidación del barrio de San Luis de la ciudad de Tarija obligó a buscar un lugar apropiado para la construcción de este almacenamiento, que no afecte la salud de quienes viven en la cercanía de esta planta.
El primer obstáculo son los propios habitantes de los barrios hasta donde se llegó para ubicar la planta. Los dirigentes de las zonas se oponen tenazmente a la construcción de estos ambientes, lo que podría provocar que se pierda el financiamiento del proyecto por parte de la Cooperación Holandesa que fijó un monto de EUR 12 millones.
« La Cooperación Holandesa no exige acciones, se ha hecho el desembolso, pero hasta que no se inicien las obras no habrá más erogaciones. La licitación vendrá después de haber encontrado el lugar y que no exista el riesgo de la paralización de las obras, por alguna queja o frenos que pongan los comunarios de la zona que se elija », señaló José Luis Patiño, gerente general de la Cooperativa de Servicios de Agua y Alcantarillado Tarija.
« Creo que se debe trabajar en la persuasión a los vecinos del barrio que se elija, tomando en cuenta que se trata de un bien que favorece a todos. Los financiadores extranjeros son estrictos en este caso, se respetan los plazos, sin embargo, no podemos nosotros en la región seguir ampliando los plazos y que llegue el día fatal en que diga la cooperación que se llevará los recursos a otra parte », acotó Patiño.
Fuente: FM Bolivia, 23 de febrero de 2012