El currículo es un concepto generalmente relacionado con el desarrollo de contenidos, que aplicados de forma planificada buscan alcanzar unos objetivos específicos en el ámbito escolar. Sin embargo lo curricular va más allá, al menos en el caso de la educación ambiental, cuando se piensa en el abastecimiento de agua y al saneamiento. La conservación del recurso hídrico y la disponibilidad de una adecuada infraestructura hidrosanitaria, son parte fundamental de lo curricular para garantizar un aprendizaje orientado hacia el desarrollo sostenible, en un ambiente agradable y en condiciones de seguridad para la salud.
Las condiciones físicas y de aseo de esta infraestructura, el número de unidades sanitarias versus la población escolar y el uso racional del agua, entre otros temas, deben formar parte de los contenidos curriculares de forma transversal en todas las asignaturas en la educación básica primaria y secundaria. No obstante, en el caso de Colombia, apenas son abordados de forma general en las clases de ciencias naturales y sociales.
El Instituto Cinara, en el marco de los diferentes proyectos que ejecuta con otras organizaciones, ha realizado diversos diagnósticos sobre la situación, ya sea como parte de jornadas de capacitación a los integrantes de la comunidad educativa o a través de la intervención con el diseño de obras de infraestructura. En el Archivo de la Memoria Institucional de Cinara reposan los informes de estos proyectos. Uno de los primeros fue el “Diagnóstico sobre saneamiento ambiental en escuelas de educación básica primaria”, ejecutado en 1991 en el marco de un convenio con el IRC de los Países Bajos. El más reciente, el Programa de Fortalecimiento de las Competencias Docentes y Estudiantiles, ejecutado entre la Secretaría de Educación Municipal de Cali y la Universidad del Valle, culminó sus actividades en diciembre de 2010. Una revisión y análisis de éstos y otros informes de proyectos sobre el mismo tema, permite establecer que muchas de las problemáticas se mantienen a través del tiempo, algunas de las cuales se destacan a continuación:
Los aspectos relacionados con la higiene personal se abordan principalmente en la educación básica primaria, pero no se repiten de forma sistemática en la secundaria. En ciertos casos se asume que el tratamiento de estos temas es responsabilidad de la familia y por lo tanto no se incluyen en el currículo con el suficiente énfasis.
- La enseñanza de prácticas como la forma adecuada de realizar la limpieza anal es muy limitada, sólo algunas veces se incluye en la formación preescolar. En general, los problemas sobre saneamiento se vuelven “invisibles” y tienden a ser “tabú”.
- El desperdicio de agua es uno de los problemas más graves en las instituciones educativas. « Cuando la factura de EMCALI [la empresa prestadora del servicio] llega al colegio de inmediato se envía a la Secretaría de Educación para su pago, sin importar ni el consumo ni el costo », señala un docente de la Institución Educativa Monseñor Arcila en Cali.
- El lavado de manos con agua y jabón se ve limitado por la falta de este último, y en algunos casos además por un servicio de agua intermitente. No obstante, la mayoría de los estudiantes tienen clara la importancia de esta práctica, al menos en teoría.
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