La crisis humanitaria del Cuerno de África, una de las más devastadoras de la historia contemporánea, dejó a finales de 2011 1,5 millones de personas desplazadas en Somalia y 1 millón de refugiados en los vecinos Kenia, Etiopía, Yemen, Yibuti y Eritrea.
Más de 20 años de conflicto armado, unido a una sequía extrema y la subida desorbitada del precio de los alimentos, ha provocado la huída de cientos de miles de personas que luchan desesperadamente por encontrar alimentos y no morir víctimas de la desnutrición y la deshidratación, o en medio de los combates.
Las alarmantes tasas de desnutrición infantil aguda de hasta el 60% han disparado dramáticamente las tasas de mortalidad. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), junto a otras agencias de ayuda humanitaria en la zona, volcó sus esfuerzos en suministrar tratamientos contra la desnutrición, alimentos, agua y refugio a los necesitados.
Los fondos aportados por los donantes particulares en España se utilizaron para dar apoyo a todas estas operaciones.