México: obesidad y falta de agua potable aumenta el consumo de agua en botella


Mientras que en la mayoría de países desarrollados como Estados Unidos los restaurantes o bares le sirven al cliente agua en un vaso, en países como México lo más seguro es que le traigan una botella.

De acuerdo a la firma estadounidense de consultoría Beverage Marketing Corporation, México es el país del mundo con el mayor consumo de botellas de agua con 248 per cápita en el 2011, es decir dos veces más que el consumo por persona en los Estados Unidos con 110 litros registrados. El consumo de agua en botella ha aumentado considerablemente por los esfuerzos del gobierno en disminuir el dispendio de soda pues México es uno de los países de mayor obesidad a nivel mundial con un promedio de 166 litros de gaseosa por persona registrados en el 2010.

De acuerdo a analistas, las ventas de botellas de agua en México se incrementarán para el 2015 a USD 13 000 millones de los USD 9 000 millones en el 2011, sobrepasando a Estados Unidos como el mayor mercado del mundo.

Al igual que el gobierno Federal en México, las empresas embotelladoras han utilizado estrategias de marketing enfocadas en la disminución de la obesidad en el país azteca ofreciendo agua en botella como la mejor opción para calmar la sed. Y aunque cambiar la soda por agua es un excelente incentivo, el incremento en la fabricación de botellas de plástico se ha convertido en una verdadera amenaza para el medio ambiente.

Sin embargo, para llegar al origen del asunto, es importante entender que el problema radica en que al igual que en otros países del tercer mundo, el 9 por ciento de la población en México carece de acceso al agua potable; durante el 2010 el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas calificó a México en el lugar 106 de 122 países con calidad de agua potable.

Por esto, es momento de que los gobiernos de la región asuman con compromiso la importancia de invertir en infraestructura para promover el consumo de agua portable; igualmente es necesario que todos tomemos conciencia y entendamos que de nosotros depende el bienestar de las futuras generaciones.

Fuente: businessreview.com, 12 de junio de 2012

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