Dos años después de la resolución de la Asamblea General de la ONU que declaró al agua y el saneamiento un derecho humano, aún queda mucho por hacer.
«Este derecho humano aún está por ser implementado plenamente», se quejó una coalición de 15 organizaciones no gubernamentales.
«Como miembros del movimiento global por la justicia del agua, estamos muy preocupados por ver pocos progresos hacia la plena implementación de este derecho», señalaron los activistas y exigen que los gobiernos actúen.
La coalición está conformada, entre otros grupos, por el Consejo de Canadienses, el Proyecto Planeta Azul, el Food and Water Watch, la Alianza Nacional del Movimiento del Pueblo de India, la Coalición Popular para el Derecho al Agua en Indonesia, y Water Europe.
Las organizaciones examinaron en informes los principales obstáculos para la implementación del derecho humano al agua en varios países como Argentina, Canadá, Colombia, Ecuador, Estados Unidos, India, Indonesia, Palestina y varios estados de Europa.
En marzo, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) presentaron un informe conjunto señalando que la meta de reducir a la mitad la proporción de personas sin acceso a agua potable había sido alcanzada.
«Hoy reconocemos un gran logro para la población del mundo», dijo entonces orgulloso el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, destacando que era «una de las primeras Metas del Milenio en ser alcanzadas».
Según el estudio «Progress on Drinking Water and Sanitation 2012» (Progresos en agua potable y saneamiento 2012) ya a finales de 2010, casi el 90 por ciento de la población mundial (o 6.100 millones de personas) utilizaba sistemas mejorados de agua potable, como cañerías y pozos protegidos, un punto porcentual más que la meta de los ODM, .
Para el 2015, alrededor de 92 por ciento de la población global tendrá acceso a agua potable, reafirma el informe conjunto.
Pero, más cauteloso, el director ejecutivo de Unicef, Anthony Lake, señaló que aún no se había ganado la batalla, ya que al menos 783 millones de personas, 11 por ciento de la población del planeta, todavía carecen de acceso a agua potable, y miles de millones no tienen saneamiento.
Tom Slaymaker, analista de la organización WaterAid, con sede en Londres, dijo a IPS que era demasiado pronto para afirmar que la resolución de la Asamblea General había fracasado en su implementación.
«Pero en dos años no hemos visto un cambio sólido en los esfuerzos para revertir la histórica negligencia respecto del agua, y más particularmente el saneamiento, en la cooperación internacional para el desarrollo», añadió.
Una gran prueba de la voluntad política la constituirán las nuevas metas de desarrollo que se definan a partir de 2015, cuando venzan los ODM, sostuvo.
La resolución de la Asamblea General fue aprobada en julio de 2010 con 122 votos a favor, 41 abstenciones y ninguno en contra. Estados Unidos se abstuvo, al igual que otros industrializados como Australia, Austria, Canadá, Corea del Sur, Dinamarca, Gran Bretaña, Grecia, Holanda, Irlanda Israel, Luxemburgo y Suecia.
Pero también varios países en desarrollo, en su mayoría de África, se abstuvieron de votar, como Botswana, Etiopía, Guyana, Kenia, Lesotho, Trinidad y Tobago y Zambia.
La coalición señaló en carta a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible o Río+20, celebrada en junio en Río de Janeiro «el pleno e incuestionado consenso entre los países miembros de la ONU sobre el derecho humano al agua y el saneamiento».
«Por tanto, estamos demandando la plena implementación de este derecho humano vital, y que se sorteen los grandes obstáculos que sufrimos en nuestras regiones», añade la misiva.
Estos informes, ofrecen recomendaciones específicas para cada región destinadas a garantizar la implementación progresiva de la resolución. (FIN/2012)
Por Thalif Deen
Fuentes: IPS, 3 de agosto de 2012
Noticia relacionada: Documento Final de la Conferencia Rio+20: El agua en los párrafos 119 a 124, Boletín de Noticias, 6 de julio de 2012.