El agua potable y el saneamiento siguen siendo muy escasos en las zonas rurales de Haití
Alphonsine y sus tres hijos caminan más de 10 horas a la semana sólo para poder satisfacer sus necesidades básicas de agua potable. Esta actividad la realizan preferiblemente temprano en la mañana de lo contrario el calor se les hace insoportable.
Esta rutina diaria para muchas mujeres y jóvenes haitianos, conduce a:
- Pérdida de tiempo producto del largo viaje,
- Riesgo de violación (ya se han reportado algunos casos)
- Riesgo de que utilicen agua contaminada
Cabe recordar que según datos recientes de la OMS y UNICEF la cobertura de agua potable en las zonas rurales de Haití sigue siendo la más baja del hemisferio occidental. Apenas el 55% de la población tiene acceso a una fuente mejorada de agua potable, comparado con un promedio de 80% en las áreas rurales de América Latina y el Caribe.
El acceso al agua potable sigue siendo uno de los mayores desafíos en el Haití post terremoto, a pesar de que muchas iniciativas exitosas están abordando el tema directamente. Hasta hace poco, Haití sufría mucho por la casi total ausencia de instituciones en áreas rurales lo que provocó que muchos proyectos en agua y saneamiento no fueran planeados o que continuaran luego de varios meses aún después de haber recibido financiamiento de los donantes.
Después de la creación en el 2009 de la Dirección Nacional para el Suministro de Agua Potable y Servicios de Saneamiento (DINEPA), el agua potable y el saneamiento se decentralizaron y pasaron al nivel local para mejorar el acceso a estos servicios tan vitales.
El proyecto piloto en curso en el sur de Haití que implementan el Banco Mundial y el BID ofrece esperanzas a mujeres como Alphonsine porque brinda soluciones económicas y sostenibles en términos de agua potable y saneamiento a través de operadores profesionales locales para la gestión y mantenimiento de sistemas de agua nuevos o rehabilitados.
Las subvenciones de esta iniciativa también han financiado campañas de saneamiento e higiene para educar a las familias en cómo mantenerse sanas y tener acceso a letrinas económicas en su propio hogar. Asimismo, el programa construyó 17 letrinas para 7 500 estudiantes.
El proyecto apoya a un equipo de concientización comunitaria y a una junta local para el agua para que el operador profesional en el sector del agua cobrar una tasa mensual a todos los clientes que tengan una conexión directa al sistema en el hogar. El precio de dicho servicio es de US$3 al mes.
Los que no pueden comprar una conexión directa, pueden al menos comprarla en una tienda cercana a US$0,001 por 5 litros. A la fecha, el programa de agua y saneamiento rural ha sido implementado en ocho comunidades del sur de Haití. El programa proporciona agua potable a más de 33 000 haitianos de una manera económica y sustentable.
También ha capacitado a 14 albañiles para satisfacer la demanda local de letrinas en el hogar. Se prevé que antes de finalizar el 2013, otras 17 000 personas tendrán acceso sustentable al agua potable.
El éxito a futuro del programa depende de la capacidad de las juntas de agua locales de brindar apoyo y capacitación a los operadores profesionales en el sector del agua, mientras promueve una cultura de pago por el servicio de agua potable.
La DINEPA se propone si los resultados del proyecto son positivos expandir este marco para la administración del agua al resto de las áreas rurales del país en años venideros. Este parece ser el camino más sensato hacia la prestación de agua potable y económica para todos en Haití.
Resumen de Caridad Machín al artículo escrito por: Escrito por Victoria Flamant
Fuente: blogs.worldbank.org, 7 de noviembre de 2012.
Noticia relacionada: ¿Cómo garantizar la sostenibilidad en agua potable en el sector rural en Haití?, E-Source Noticias, 02 noviembre 2012.