En la actualidad, los expertos coinciden en que el origen de la escasez de agua en el mundo no atiende a razones físicas, sino socioeconómicas. « La clave es poder determinar formas de producción que sean más eficientes en el uso del agua. Para una buena gestión se requiere de una mayor eficiencia. La riqueza del agua está en su administración », reflexiona Daniel Tomasini, coordinador de Ambiente y Desarrollo Sostenible del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en Argentina (PNUD). En América Latina, puntualmente en la Argentina, esta mala utilización no parece tangible por las importantes reservas de agua dulce que posee el territorio.
Ya en un informe que presentó el PNUD en 2006 decía que el problema no es la escasez. El verdadero problema es organizacional. La Argentina es un país que comprende territorios húmedos y secos. Tenemos agua en promedio para todo el mundo. Hay una gran disparidad por regiones, pero no se trata de escasez, sino de una cuestión política, institucional y organizacional.
« Si pensamos que no contamos con escenarios hídricos en la Argentina para los próximos 20 o 30 años, hablamos sobre todo de falta de planificación adecuada, que no es sólo un tema exclusivo de los decidores gubernamentales, ya que la gravedad del tema exige que se convoque a trabajar juntos a las organizaciones académicas y a la sociedad civil para pensar soluciones colectivas », sostiene Pablo Vagliente, responsable nacional de la Fundación Avina.
« En la ciudad de Buenos Aires somos derrochadores -dice la licenciada Graciela Keskiskian, coordinadora del departamento de Educación de la Asociación de Amigos de la Patagonia-. Tenemos el lujo de contar con 500 litros de agua por día (la OMS estima que el uso de 50 litros de agua potable por día y persona constituye la cantidad necesaria e indispensable). Educar es importantísimo para generar una real conciencia. Por eso buscamos capacitar a docentes para que actúen en las escuelas como agentes multiplicadores ». El programa es una adaptación del Project WET (Water Education for Teachers) de Unesco-PHI (Programa Hidrológico Internacional). « En la Argentina es necesario asumir una conducta responsable, como arreglar una canilla que gotea o tomar conciencia del derroche que se realizan en los riegos destinados a la agricultura ».
Fuente: La nación.com, 14 de mayo de 2013